Así titula el señor Alberto Asseff el artículo que publica en el diario "La Nación".
Quiero compartir con ustedes, mis alumnos, alguno de los párrafos que sirven para afianzar la charla y el debate que oportunamente realizamos en clase.
Igualmente, también esclarece un poco más, el mapa conceptual que he realizado con la ayuda del programa CmapTools que lo encuentran al final de esta página del blog.
Agradezco a la capacitadora Viviana Celso de Red de Escuelas Medias, quien me enseñó a utilizarlo y me proveyó de una herramienta de suma utilidad a la hora de transmitir contenidos.
http://escuelaticyprofes.blogspot.com/
PARA PENSAR ARGENTINOS...
Utilizamos un artículo del Sr. Aseff.
El autor hace mención en primer lugar a los problemas que padecemos, y señala que debemos encontrar los caminos que nos lleven a las soluciones que necesitamos.
El primer eje de la problemática según Asseff es: la impunidad. A continuación reproduzco algunos párrafos que nos introducen en el tema.
"La falta de sanción es la llave maestra del delito. No son las malas leyes, la justicia morosa y burocrática o la policía desentrenada y desmotivada las causas esenciales de la oleada delictiva que nos azota.
El origen primario de la expansión del crimen común es que sólo el 2% de los delitos tienen condena. Apenas el 0,50% de los crímenes que se cometen en la Argentina determina algún tipo de castigo. ...Una de las maniobras para que no tengamos ni disfrutemos de justicia consiste en dividir las causas que involucran a la misma persona y en rigor de un mismo hecho....
La policía es otro capítulo de la inseguridad. Está crecientemente desentrenada y desprofesionalizada, desentendida de lo que es primordial para poseer seguridad, esto es prevenir la comisión del delito. Cierto es que el poder político, con sus desmanejos, la desmotiva y desalienta...pero nada justifica que haya ido perdiendo orgullo de pertenencia y esmero en preservar su otrora gran prestigio institucional.
La consolidación de un gran cuerpo policial de elite es esencial para la seguridad de los ciudadanos. Hasta hoy el organismo de seguridad nacional nos debe un mapa del delito, instrumento básico para poder combatirlo con eficacia...Para cada uno (modalidad) debe existir una respuesta de la ley.
Para eso hay que estudiar, pensar, planificar y actuar"
"Otro factor nocivo es la ideología que se filtra en la cuestión inseguridad. Se consumen más energías en pedir mano dura o garantías, que extirpar el delito.
...Lo que necesitamos, es la LEY. La vigencia majestuosa y todopoderosa de la ley. Ni orden duro ni blando. Ni autoritarismo ni caos. AUTORIDAD Y ORDEN dentro de LA LEY. Por si acaso agrego que si la ley no sirve, hay que cambiarla. Pero siempre, con y dentro de la ley... El delito no es sólo hijo de la pobreza. En todo caso, la marginalidad, la injusticia, la exclusión pueden potenciar y prohijar al crimen.
Se conoce que la carencia de educación es propensa a estimular la ilegalidad aunque está saturado el país de actos vandálicos cometidos por estudiantes. Consecuentemente hay que apostar a educarnos y a erradicar la violencia que se ha interiorizado en miles de argentinos."
"Estoy convencido de que buena parte del delito se potencia por la difusión televisiva del crimen día a día... La televisión ayuda a deplegar el crimen y a ponerlo como noticia pricipal del día. Si la televisión no concurre a mostrarnos paradigmas, modelos de referencia plausibles, nuestro pueblo, especialmente los más jóvenes, sólo podrán reflejarse en el espejo que es nuestro amado país dominado por las coimas, la politiquería clientelista, la violencia y conflictividad social, la deseducación y el crimen que nos aterroriza.
Es imposible no mencionar la droga cuando se habla de inseguridad. El 80% de los criminales atropella impulsados por la droga, que los desinhibe y torna violentos y peligrosos. Y antisociales.¿No habrá llegado la hora para que se acote a la droga, se recuperen los adictos, se enseñe a vivir sanamente?"
Extraido del diario "LA NACION" 27 de agosto de 2007
El autor es presidente de UNIR.
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